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Libertad

10 agosto 2007

[Pasos subterráneos de
Elephant & Castle,
Londres, 9:10 am]

«A los doce años dejé de creer en Dios. Estaba en clase de religión, en un colegio de frailes, cuando mi mente infantil vislumbró una pregunta demoledora: ‘¿Y si Dios no fuese más que un producto de la imaginación del hombre?’ Repasé rápidamente las respuestas posibles y comprobé que no había ningún motivo para pensar lo contrario.»

Este recuerdo desencadenó en su mente una reacción en cadena de un millón de ideas que explotaban, convergían, llamaban a otras y volvían a explotar. Lo supe por el brillo de sus ojos en la pausa que vino entonces.

«Aún así, tras un ateísmo inicial seguí explorando la llamada del misticismo… exploré el budismo, el taoísmo, el gnosticismo zen, y finalmente encontré más esperanzas de consuelo duradero en la bebida. También cambié mil y una veces de postura frente a la religión: a veces la ridiculizaba, a veces la respetaba, a veces la odiaba, a veces sentía compasión. Creo que alguna vez incluso llegué a admirarla.»

Abrió la boca como para continuar, pero no emitió sonido. Corría una gota de sudor por su frente, prueba de que decidir qué idea canalizaría a continuación no era una tarea nada sencilla. O de que había bebido demasiado.

Por fin continuó:

«Me daba cuenta que las religiones nacen, crecen y mueren por puro interés de los mandamases de turno… La política y la economía pueden más que la fe en este asunto… Como cuando el emperador Constantino se hizo cristiano para poder recaudar más impuestos y así convirtió el cristianismo en religión de moda del imperio. Esa es la única y verdadera raíz de que toda Europa sea cristiana, ya ve usted. Pura política. O como cuando los europeos colonizamos América y África y les convertimos al cristianismo, menuda burrada. O como cuando los cristianos nos enfadamos entre nosotros con Lutero y Enrique VIII y todo eso… Bueno, y tantos otros casos más…»

Me miró buscando aprobación. Asentí ligeramente.

«Además, que cada uno creyese en una religión por el simple motivo de haber nacido aquí o allí, me parecía cosa de poca inteligencia. Dicen que el ser humano es inteligente… ¿qué inteligencia es esa, si nos limitamos a heredar las pautas de conducta que observamos en nuestra infancia? Hay cuatro listos, sí, Kant y tres más, que llegan a alguna idea original, el resto… el resto no somos más que animales con ropa.»

¿Animales con ropa? ¿Me debía sentir ofendido? Sus siguientes palabras no me dieron tiempo para decidirlo.

«Y no sólo por el lugar, si no por la fecha. Fíjese los incas, privados del cristianismo hasta el siglo dieciséis, con la afición que le tienen hoy en día. ¿No le parece injusto que los incas primitivos no tuvieran la posibilidad de creer en Dios?»

Pausa dubitativa.

«¿Entiende lo que quiero decir? ¿Sabe por dónde voy?»

Asentí inseguro.

«Me alegro que lo entienda. Yo no lo entendía. Supe todo esto durante muchos años pero no lo entendía. Como le he dicho, no somos más que animales con ropa. Yo mismo desacreditaba la religión con estas razones, sin darme cuenta que estaban en mí, en tantas y tantas otras cosas que creía, pensaba y hacía. Pero desvestirse de religión era fácil, sólo se trataba de cambiar de grupo… desvestirse de todo lo demás era lo difícil. No había grupo al que cambiarse.»

¿A qué se refería? No me atreví a interrumpirle.

«Pero un día lo comprendí. No fue de repente, sino que fue una idea que se fue haciendo mayor poco a poco… Hasta que los mismos motivos que me hacían no creer en Dios me impulsaron a dejar de hacer todo lo demás. De llevar pantalones vaqueros, de escuchar música rock, de bailar yeyé, de llevar el pelo así o asá para parecer tal o cual, de interesarme por el arte, de ser vegetariano, progresista, y yo qué sé. Todo lo demás. Todos los comportamientos aprendidos aquí y ahora. Todos caían por los mismos motivos que había caído la religión. Me liberé de todos ellos.»

«Lo malo fue que no encontré nada con que reemplazarlos.»

Bebió.

[En otro lugar del planeta,
un año y medio antes
]

20 comentarios

  1. qué gustazo de reflexión… hay que zamparse una de éstas al día, fijo

    es como reguntarse todos los días frente al espejo. «qué es lo que quiero»

    un abrazo dialéctico


  2. Carajo Compadre!
    Vaya o manera de comensar mi dia laboral…en sabado a las 5:23 de la tarde. El problema ahora es con que me bajo esto…intentare con un te pues el cafe se acabo en el trabajo y por cuestiones laborales el etilico esta prohibido…
    Muy buena manera de zarandear las telaranas de la cabeza.
    Muy bueno compadre!


  3. Gracias retrasadas, n a c o

    Y gracias a tí también, Jorgito, y bienvenido! :)


  4. buff!

    fías la fe a los demás: la transmisión es de los demas, la percepción y comprensión es cosa tuya. No pasa nada nunca: ergo, ¿porqué nos importa?


  5. Las religiones, todas, han servido para contener a las masas sociales. De eso no hay duda.
    Pero si tu tuvieras un sueño profético y se cumpliera, ¿qué pensarías?, que habían datos en tu mente para saberlo, si supieras algo en realidad que no sabías, díme en qué pensarías.
    Hasta pronto


  6. Hola Patricia.
    Interesante pregunta.
    Pues supongo que que alguna vez hube tenido contacto con ese algo, pero que quedó dormido en el subconsciente hasta que en un momento dado una reacción química inesperada lo desempolvó.
    Sí, eso.


  7. AWESOME, se le quitan a uno las ganas de ser «alternativo», que es la nueva corriente.


  8. Compadre te dejo un fragmento de la novela «¡Vivir!» de Ayn Rand, creo que te va a gustar.

    http://www.liberalismo.org/articulo/377/38/vivir/fragmento/

    Me ha apetecido escribir sobre tu texto, si me animo no te apures que te pondré un enlace ;)


  9. Gracias Pataliebre. La verdad es que ese fragmento es exactamente lo contrario a esta entrada… Hasta qué punto podemos desligarnos del «Nosotros»? Ese ENosotros» está incrustado en la propia lengua que hablamos… y la lengua es la que estructura nuestra forma de pensar. Hay escapatoria?

    Estoy ansioso de leer tus disertaciones, si es que te animas :)


  10. Lo opuesto?

    Los dos textos animan al objetivismo y al individualismo. O será que yo lo quiero leer así.


  11. Lo que quiero decir es que mientras que los dos hablan de individualismo, de la necesidad de liberarse, el de esta entrada no encuentra solución a la socialización (mola), mientras que el que enlazas tú sí. Por eso digo que son opuestos.


  12. Ra
    Peazo de fotos de la nevada. Estás hecho un artista. Se las he pasado a mi familia back in la Spain porque las mías dan asquito (tendría que manipularlas demasiado con el photoshop para sacarles algo decente).
    En cuanto a tu comentario éste sobre «Libertad», hay una cosa que me dí cuenta hace ya algún tiempo, y es que somos, como dices, ‘animales con ropa’. De ahí saqué la conclusión de que, por lo tanto, no existe el libre albedrío, de que no tenemos voluntad propia, ni siquiera aquellos que nos goviernan y nos manipulan la tienen. Ellos se dejan llevar por su instinto y por las circumstancias que los han puesto donde están ahora, al igual que haríamos los demás en las mismas circumstancias…
    Parece que sólo somos entonces un… ¿cúmulo de reacciones químicas?… que se han organizado o evolucionado a sistemas cada vez más complejos, tan complejos que se escapan de nuestra comprensión (por lo menos por ahora)…, y con una característica curiosa: de que nos creemos que somos ‘libres’, cuando en el fondo no somos más que la consecuencia de una serie de eventos anteriores, de los cuales no tenemos control… Es la ilusión del ‘free will’…
    Me deja un poco vacío el pensar en todo esto (bueno, creer que pienso), que no somos más que ‘animales con ropa’. Lo único que me consuela es que de alguna manera, nuestra especie vive en un momento de alguna forma ‘privilegiado’ (o quizás no): estamos evolucionando rápidamente, cambiando de una forma acelerada, quizás demasiado, tanto que a veces es difícil mantenerte al corriente de los cambios a tu alrededor…
    Creo que la mejor opción que nos queda entonces es la de simplemente dejarse llevar…, sentarse y observar el cambio, y disfrutar con el espectáculo… por que no nos queda otra alternativa, ¿no?


  13. Joples, gracias por ese pedazo de comentario. Gracias por sacar a la luz esos asuntos primos-hermanos…

    …Tenemos libertad? Siempre me ha fascinado la idea del determinismo (natural, a lo B.F. Skinner). Somos realmente libres de decidir si queremos ir esta tarde al cine? Siempre he creído que no, pero no tanto con afán de responder a una pregunta tan puramente teórica, sino de desvestir al hombre se su autoproclamado importantismo. Seres racionales? No señor, animales con ropa y delirios de grandeza.

    …»aquellos que nos gobiernan y nos manipulan». He de decir que creo que cambiar un número significativo de gobernantes u otras personas de poder por un número igual de cualesquiera ciudadanos de la misma sociedad no reportaría grandes cambios en ella. Con esto vengo a decir lo que ya pensaba Aristóteles: «cada sociedad tiene los gobernantes que se merece». Y a cuestionar el mito izquierdista de la minoría manipuladora: el propio pueblo pide manipuladores que les aseguren ropa y engrandezcan sus delirios.

    …la solución. Propones dejarse llevar y disfrutar del espectáculo… Ésa es la clave! Los taoístas llevan proponiendo esa solución desde hace algún milenio ya. Tal vez eso te convierta en más que puro espectador, quizás eso sea probablemente nuestra única esperanza motriz: adoptar ciertos cambios de comportamiento y vivir el propio día a día con ellos, sin intentar divulgarlos de manera ambiciosa o impositiva. O sea, desvestirse de la ropa y de los delirios de grandeza, para ser lo que siempre hemos sido, y a partir de ahí ver si nos podemos colgar otros adjetivos.

    Cosa que, por otra parte, yo ni hago ni sé como. Ya ves tú. También formo parte de ese conjunto de animales con ropa y delirios de grandeza. Tal vez mi único consuelo sea saberlo.

    (O creerlo.)

    Salud!


  14. […] aquí 1 comentario por mucho Deja un […]


  15. como bien me ha recordado Lorenzo, sería bueno visitar este post de cuando en cuando, tanto por el texto en sí como por los sugerentes comentarios

    Tenemos libertad? sí, pero el precio es alto. Desarrollando una metáfora (conozco el dueño, pero queda pedante), no somos una bala disparada al espacio, cuya trayectoria dependa de las circunstancias y pueda determinarse al conocerlas todas. Es mucho más complejo: heredamos una cadena genética, estamos sometidos a condiciones ambientales y tenemos personalidad. Mézclense estos factores en proporción alquímica y tendremos a un sujeto. Hay un punto en el que el hombre puede rebelarse a los instintos, de hecho la calidad de su vida dependerá en gran medida de que lo haga en los momentos adecuados.

    Incluso si alguien intentara demostrar que un acto de suprema libertad, como el suicidio, estaba programado en una persona concreta tiempo atrás, y que por tanto se podía predecir, y fuera capaz de trazar la cadena gigante de actos y pasiones aparentemente intrascendentes que llevaron al sujeto hasta el punto sin retorno, no me duda de que el componente aleatorio y sorprendente aparecería por alguna parte.

    Por supuesto esto no dejaría de ser una charla de salón si no fuera porque nos va la vida en ello: la solución es el equilibrio, que en una existencia tan cambiante como la humana presupone cintura e inteligencia. El equilibrio entre la acción y la pasividad. Esa búsqueda de equilibrio -una variable infinita, para qué engañarnos- es un desafío continuo en el polo opuesto del conformismo o la inacción. Es navegar, no flotar a la deriva: es preciso dejarse llevar, remar, esperar el viento favorable, achicar agua, saber a dónde se va…

    que a este conjunto de decisiones queramos llamarle «esclavitud» me parece un poco excesivo: pero vale para ponernos alerta y hacernos preguntas.

    Claro que la pregunta que flota en el aire, de la que todo depende, es si hay Dios: y ahí siempre hay más respuestas de las necesarias

    la vida es un sistema binario elevado a la máxima potencia que puede tolerar sin estallar

    saludos mortimédicos


    • Qué decir… buena explicación, y a partir de ella he de confesarme determinista-libertario, al igual que soy exterminista-humanista, misfilantrópico y moderno pero español. Y que cuanto más mayor me hago más me preocupa la fenomenología de la gota de grasa que puedo disolver (¿o no?) al fregar un plato después de comer.
      Abrazos, te veo el viernes.


  16. ¡vaya ramillete de opciones! pues sí, y aunque seas todas esas cosas a la vez, vas con honradez por la vida: que es lo mismo que decir que buscas la verdad y cuando la encuentras no estás dispuesto a venderla por la primera novedad que llama a tu puerta.

    Keep Walking!

    ‘fenomenológicos’ saludos!

    por lo de fenomenal, claro…


  17. Genial post, reflejas perfectamente lo que ocurre en nuestros dias. Quien intenta desmarcarse del camino general acaba completamente perdido. Supongo q todo es cuestion de seguir buscando. A veces no encontrar el camino es lo mejor q puede pasarnos.


  18. […] Hacemos gestos que no nos pertenecen. […]


  19. “Hay que admitir que la libertad religiosa debe su origen no a las iglesias, no a los teólogos, y ni siquiera al derecho natural cristiano, sino al Estado moderno, a los juristas y al derecho racional mundano, en una palabra, al mundo laico” (discurso de 23 de mayo 1963. Concilio Vaticano II).

    http://politica.elpais.com/politica/2011/08/19/actualidad/1313787982_355378.html



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